Envejecer de forma activa y saludable implica aprovechar cualquier ocasión para adquirir y mantener la salud, las redes de apoyo y la participación social. También aprovechar cada oportunidad de participación plena en la sociedad, explorando en nuestro sentido de la vida, el compromiso, la oportunidad de aprendizaje continuo y la adaptación de las necesidades de cada persona con el fin de mejorar su calidad de vida. Para ello, es indispensable contar con los recursos materiales básicos y servicios necesarios, que colaboren en mejorar el bienestar de las personas que envejecen, y ofrezcan la percepción de seguridad ante posibles amenazas externas.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2002 el Envejecimiento Activo es considerado un proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida de las personas a medida que envejecen. En 2010, este concepto fue redefinido de manera más amplia, agregando como cuarto componente el aprendizaje a lo largo de la vida. De este modo, se amplía el concepto de envejecimiento activo a todo el ciclo de vida de la persona.

Desde esta perspectiva se ofrece una visión positiva, sistémica y empoderada del envejecimiento, haciendo énfasis en la necesidad de actuar en las diferentes esferas que están en constante interacción con la persona, para así asegurar que las personas mayores sigan coexistiendo y formando parte activa en sus familias, comunidades, economías y en definitiva dentro de la sociedad.

El envejecimiento debe ser entendido como un proceso holístico e individualizado, entendiendo la multidimensionalidad de la persona y su experiencia a lo largo de la vida. No puede ser reducido a una etapa arrasada por las pérdidas y el olvido, sino como parte íntegra del desarrollo vital de la persona, dónde se vislumbran grandes beneficios, ganancias y nuevas oportunidades de desarrollo personal. Además se debe tener en cuenta que la capacidad para envejecer activamente dependerá de múltiples determinantes que inciden directamente en el desarrollo activo de la persona.

De este modo el envejecimiento activo ofrece la posibilidad de adaptarse, superar y crecer desde los desafíos con los que la persona se encuentra a lo largo de su vida, poniendo en marcha una adaptación exitosa con resultados en el crecimiento personal, el bienestar y la calidad de vida. Ofrece también un marco de trabajo amplio e integrador para todas aquellas instituciones sociales, que persiguen apoyar y facilitar oportunidades que alcancen el bienestar en la vida de las personas que envejecen.

En resumen, envejecer de forma activa y saludable implica:

  • Ser conscientes que comenzamos a envejecer cuando dejamos de crecer. El buen envejecer afecta a todo el ciclo de vida de la persona y nuestras decisiones cuentan.
  • Decía Darwin que la adaptación es la supervivencia, y no solo hay que adaptarse, sino también superar y crecer desde los desafíos con los que la persona se encuentra a lo largo de su vida.
  • Envejecer bien, es un proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación, seguridad y de aprendizaje a lo largo de la vida, es decir, saber elegir la mejor propuesta.
  • Cualquier ocasión es oportuna para adquirir y/o mantener capacidades y redes de apoyo dentro y fuera de la familia.
  • Explorar en nuestro sentido de la vida, el compromiso y las nuevas oportunidades que nos ofrece la sociedad.
  • Procurarse los recursos materiales básicos y servicios necesarios que promuevan el bienestar de las personas y las necesidades de cada etapa.
  • Ser una persona positiva ayuda, y la percepción de seguridad ante hipotéticas amenazas externas, es conveniente para la calidad de vida.
  • La oportunidad de participación plena dentro de la familia, en la comunidad, en la economía y en la sociedad, es una obligación y un derecho para seguir formando parte relevante de la vida social.
  • Apostar siempre por la igualdad de oportunidades sin estereotipos de género, edad, origen o discapacidad.
  • La atención a las personas con alguna enfermedad que precisan cuidados, ha de estar centrada en la persona, respetando sus deseos y expectativas de vida, en cualquier lugar donde habite.
  • Libertad en la toma de decisiones sobre la propia forma de vida y sobre cómo regir nuestra voluntad siempre.
  • Envejecer es tan diverso como personas existen, al igual que lo son otras etapas de la vida. Cada persona envejece a su manera dentro de una diversidad muy heterogénea.

Este camino ya iniciado precisa seguir desarrollando propuestas globales que apuesten por la dignidad, bienestar y protección e integración de las personas que envejecen. Se necesitan respuestas coordinadas entre los múltiples sectores políticos y sociales, porque una sociedad que apuesta por el envejecimiento activo, está valorando los derechos fundamentales de las personas atendiendo a todo su ciclo vital y contribuyendo a una vejez digna, independientemente del nivel de desarrollo de cada país.

La promoción del envejecimiento activo se compone de 4 pilares fundamentales. Estos pilares facilitan diversos contextos interrelacionados, que exigen conocer todas sus perspectivas para implementar acciones adecuadas.

1. Salud.

Reconocida como requisito indispensable para concebir la calidad de vida, elevando la salud a un contexto bio-psico-social.

Invertir en salud involucra una adaptación de la sanidad en todas las poblaciones, y una contribución para fomentar programas de prevención y rehabilitación del daño. Implica apoyar el desarrollo de conocimientos que favorezcan un aprendizaje óptimo en salud y cuidados, reducir las desigualdades efectuando el derecho a la sanidad sin restricciones e implementar diseños amigables con las personas mayores que disminuyan el umbral de dependencia.

En definitiva, cultivar y potenciar la salud implica mejorar el bienestar y la funcionalidad a lo largo de la vida.

2. Participación.

Cuando se habla de participación, no sólo se habla de la práctica laboral o remunerada en la sociedad, sino que va más allá. Pone énfasis en la potencia y significancia de los vínculos, las interacciones sociales y la toma de decisiones como principal fuente de independencia y bienestar.

Participar significa comprometerse con cualquier objetivo establecido entre la persona y su entorno (familiar o social), la capacidad de sentirse integrada y la oportunidad de ser percibida por la comunidad, independientemente de si se tienen o no limitaciones en la funcionalidad. Implica sentirse libre en la toma de decisiones sobre su forma de vida y sobre cómo regir su voluntad en cuanto a los últimos momentos de la misma.

De este modo, fomentando la participación de las personas que envejecen se transmite un sentido del propósito, y se abre la posibilidad de establecer relaciones sociales positivas y enriquecedoras entre generaciones. Se ofrece un espacio donde la persona aporta de forma activa su tiempo y su experiencia, reforzando la importancia de su figura en la sociedad actual, y ofreciendo la posibilidad de desarrollo personal a través de experiencias satisfactorias, de apoyo a la comunidad y a sus familias.

Por ende, se les ofrece un reconocimiento positivo de su valor, implicación, compromiso y autoeficacia dentro de una sociedad en constante transformación, y se les brinda un espacio vital donde continuar aportando su visión del mundo.

3. Seguridad.

El sentimiento de seguridad en las personas que envejecen es un elemento de gran relevancia, ya que facilita el desarrollo y crecimiento personal, impulsando el envejecimiento activo en su conjunto y estimulando la salud física, el bienestar emocional y social de las personas. La inseguridad puede ser percibida a nivel social (conflictos, victimización, desastres naturales, epidemias sanitarias, crisis económicas, etc.) o a nivel individual (soledad, enfermedad, duelo por seres queridos, empleo, incapacidad, cambios de residencia, etc.).

La necesidad de las personas de sentirse seguras implica liberarse del temor, la pobreza y obtener la posibilidad de vivir con dignidad a lo largo de su vida, y de acuerdo a sus intereses, necesidades y valores.

Asimismo, las personas que envejecen necesitan adquirir seguridad sobre sus ingresos, sentir que viven en una sociedad donde no se vulneren sus derechos, donde cuentan con la posibilidad de decidir sobre su futuro sin miedo a represalias por parte de su familia o la sociedad, y donde existe seguridad en cuanto a la oportunidad de desarrollo personal sin prejuicios de género o edad.

4. Aprendizaje a lo largo de la vida.

El aprendizaje a lo largo de la vida implica el empoderamiento del ser humano a través de la formación continua, ofreciendo la garantía y posibilidad de superar los constantes desafíos que suceden en una sociedad activa. Implica poder intercambiar significados, conocimientos, estrategias y experiencias para aplicarlos con seguridad, confianza y autodeterminación en todas las circunstancias y entornos vitales. Permitiendo así, reforzar el desarrollo personal y mejorar la calidad de vida de acuerdo a nuestros intereses.

Las necesidades de aprendizaje son múltiples y constantes a lo largo de la vida, máxime para esta nueva sociedad de tecnología, información y comunicación, donde la demanda de formación aumenta considerablemente entre las personas que envejecen por razones de especialización, desarrollo de habilidades adicionales y enriquecimiento personal.

Por ello, el aprendizaje a lo largo de la vida debe validar las formas de pensamiento y acción de las personas, contribuyendo a reforzar una identidad positiva, sin estereotipos de género o edad, que les permitan sentirse reconocidas y valiosas ante la posibilidad de ejercer su derecho a la formación continua.

  • Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS)

A pesar de las continuas mejoras y aportaciones que se producen en paralelo al envejecimiento activo o saludable, se considera que aún existe una brecha de acceso que impide que este resultado se extienda a todos los adultos mayores. Por este motivo, en el año 2015, miembros de todos los países del mundo se reunieron para establecer los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) impulsados por las Naciones Unidas, y destinados a resolver los problemas sociales, económicos y ambientales que afectarán al mundo durante los próximos 15 años (2015-2030). Estos objetivos persiguen lograr que cada ser humano en el mundo y sin distinción, tenga la oportunidad de desarrollar todo su potencial con dignidad y en igualdad.

La UNESCO y los Objetivos de Desarrollo Sostenible

Tras esta negociación, se aprobó la llamada Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible («Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible»), basada en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en los tratados internacionales. La cual entró en vigor nada más iniciar el año 2016 y cuyo objetivo fue elaborar un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad (Agenda 2030: Gobierno de España. Objetivos del Desarrollo Sostenible).

Desde este punto de vista, se acentúa la reflexión sobre la importancia de reconsiderar la manera en la que evolucionamos en nuestro ciclo vital. De esta forma, se instaura la salud como factor determinante para la percepción de calidad de vida en las personas que envejecen. Estas medidas ya venían contempladas en el contexto de los ODS, en particular en el objetivo 3: «Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades».

Desde la Red Cántabra de Desarrollo Rural se ha publicado una Guía de la Agenda 2030 con los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) en Lectura Fácil. Pinchando en la siguiente imagen se pueden leer ⬇️

Además han creado una serie de videos donde explican cada uno de los objetivos y lo que es la Agenda 2030. Se pueden ver pinchando en el video a continuación ⬇️

Bajo todo este contexto, tiene lugar en mayo de 2016 la Asamblea Mundial de la Salud, cuya estrategia se basa principalmente en el Informe mundial sobre el envejecimiento y la salud (OMS), y donde se aprobará la Estrategia y Plan de Acción Mundial sobre el Envejecimiento y la Salud (2016-2020) (Descargar). El eje central de este proyecto son las personas mayores, al fin de que todas puedan vivir una vida más longeva y saludable

En dicha estrategia se incluye la visión y los objetivos para los siguientes 14 años (2016-2030), además dela medición de un segundo plan de acción en el que se describen las medidas que deben tomarse entre el año 2016 y el 2020 para conseguir desarrollar la llamada Década del Envejecimiento Saludable (2020-2030) (Descargar).

  • Década del Envejecimiento Saludable (2020-2030)

Se trata de un plan encabezado por la OMS, que consiste en diez años (2020-2030) de colaboración concertada, catalizadora y sostenida. Las personas mayores son el eje central de este proyecto donde se aúnan los esfuerzos de los gobiernos, la sociedad civil, los organismos internacionales, los profesionales, las instituciones académicas, los medios de comunicación y el sector privado en aras de mejorar la vida de estas personas, así como las de sus familias y comunidades.

Desde esta perspectiva, se ofrece una visión del envejecimiento saludable haciendo alusión al proceso de desarrollo y mantenimiento de la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez. Entendiendo por capacidad funcional, aquellas capacidades que permiten a una persona ser y hacer lo que considera importante para continuar con su desarrollo vital. (Documento sobre el progreso de esta década hasta su puesta en marcha).

Con el fin de lograr sus objetivos, la OMS ha establecido 10 prioridades para este decenio:

  1. Establecer plataformas para la innovación y el cambio que conecten ideas y personas.
  2. Apoyar la planificación del país en la creación de políticas que faciliten vidas más largas y saludables.
  3. Recopilar datos globales sobre Envejecimiento Saludable con el fin de conseguir información actualizada.
  4. Promover investigaciones que aborden las necesidades actuales y futuras de las personas mayores.
  5. Alinear los sistemas de salud con las atenciones que requieren las personas mayores.
  6. Sentar las bases para un sistema de apoyo a los mayores y a sus cuidadores en todos los países.
  7. Asegurar los recursos necesarios para una atención integral a la vejez.
  8. Emprender una campaña mundial para combatir la discriminación por edad.
  9. Definir el contexto económico que permita diseñar soluciones sostenibles, equitativas y eficaces.
  10. Mejorar la red mundial de ciudades y comunidades adaptadas a las personas mayores.

Lo que se pretende con la implantación del decenio es dar a conocer una perspectiva del envejecimiento activo y saludable enmarcada por los ODS, y como una condición que garantiza la salud mediante la promoción del bienestar, el logro de la igualdad de género y la reducción de las desigualdades. Además, dicha iniciativa implica la transformación de las ciudades para que sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles, involucrando la adopción de medidas concertadas para formular políticas basadas en la evidencia en todos los sectores que fortalecen las capacidades de las personas que envejecen.

Es necesario considerar que las personas de edad avanzada, su visión del mundo y sus capacidades, contribuyen a una mejora y desarrollo de la sociedad actual. Por ende, estos hechos deberían traducirse en políticas que contribuyan a su participación, desarrollo y cumplimiento de los derechos fundamentales.

A continuación, se exponen las distintas normativas internacionales y estatales que deben seguirse ante la propuesta y desarrollo de nuevas estrategias de promoción del envejecimiento activo y saludable.

  • Normativa Europea.

La Unión Europea (UE) se fundamenta en los valores de respeto de la dignidad humana, libertad, democracia, igualdad, Estado de Derecho y respeto de los derechos humanos. Combatiendo la exclusión social y la discriminación, y fomentando la justicia y protección social, la igualdad entre mujeres y hombres, y la solidaridad entre las generaciones.

Por lo tanto, el compromiso de la UE con la agenda del envejecimiento activo se basa principalmente en sus valores fundamentales recogidos a lo largo de sus tratados, y manifestados de manera más explícita en la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE. La cual es jurídicamente vinculante con las acciones de cualquier organismo de la UE y por lo tanto, también se aplica a todos los Estados miembros durante la ejecución de la legislación europea.

En el Título III de esta Carta relacionado con la igualdad, se incluyen dos artículos que manifiestan su relación explícita con la agenda del envejecimiento activo:

  • Artículo 21.1. No discriminación: se prohíbe toda discriminación, y en particular la ejercida por razón de sexo, raza, color, orígenes étnicos o sociales, características genéticas, lengua, religión o convicciones, opiniones políticas o de cualquier otro tipo, pertenencia a una minoría nacional, patrimonio, nacimiento, discapacidad, edad u orientación sexual.
  • Artículo 25. Derechos de las personas mayores: la Unión reconoce y respeta el derecho de las personas mayores a llevar una vida digna e independiente y a participar en la vida social y cultural.

En esta misma línea, la Carta incluye otros derechos afines con los objetivos  del envejecimiento activo en los ámbitos de igualdad de género (art. 23), seguridad social (art. 34), atención sanitaria (art. 35) y educación (art. 14).

Estos derechos están amparados por el apartado 2 del artículo 6 del Tratado de la Unión Europea, donde se compromete a la UE a adherirse al Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales que establece el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos.

Puedes consultar aquí la Declaración Universal de los Derechos Humanos proclamada y aprobada en la Asamblea General de la ONU desde 1948. En este enlace puedes ver una edición ilustrada de esta Declaración. Y además existe una versión en Lectura Fácil que se pueden ver pinchando en la siguiente imagen ⬇️

Por otro lado, existe la Carta Social Europea aprobada en 1965 por el Consejo de Europa y revisada de nuevo en 1996. El objetivo es garantizar los derechos sociales y económicos fundamentales en materia de empleo, vivienda, salud, educación, protección social y bienestar, permitiendo la puesta en marcha de nuevos mecanismos de seguimiento y reclamación en caso de incumplimiento por parte de los Estados.

Desde CERMI se ha creado la Guía Europa Más Social donde se expone, en Lectura Fácil, la Carta Social Europea. Puedes verla pinchando en la siguiente imagen ⬇️

La ratificación de este documento supone un avance en la protección de los derechos sociales. Por este motivo, España ha aprobado en 2019 un acuerdo por el que se dispone la remisión a las Cortes Generales de la Carta Social Europea revisada, iniciando así el proceso para su futura ratificación e implementación en nuestro país.

De esta forma, si se produce una ratificación plena de esta carta, junto al Protocolo de Reclamaciones Colectivas de 1995, se ofrecerá la posibilidad de presentar reclamaciones colectivas al Comité Europeo de Derechos Sociales, por parte de los sindicatos de trabajadores y de otras organizaciones no gubernamentales en relación al no cumplimiento de la Carta Social Europea.

Aquí se puede consultar la versión completa y revisada de la Carta Social Europea y el Protocolo de Reclamaciones Colectivas.

  • Normativa Española

Constitución española (Cortes Generales del Estado, 1978)

Ley 39/2006 de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia (Cortes Generales del Estado, 2006)

Ley 14/1986, General de Sanidad (Cortes Generales del Estado, 1986)

Real Decreto 117/2005, por el que se regula el Consejo Estatal de las Personas Mayores (Gobierno de Estado, 2005). Casi todas las CC.AA. cuentan con Consejos de representación de las Personas Mayores y están regulados.

Real Decreto-ley 5/2013 de medidas para favorecer la continuidad de la vida laboral de los trabajadores de mayor edad y promover el envejecimiento activo (Gobierno de Estado, 2013).

Marco de Actuación para las Personas Mayores. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (Gobierno de Estado, 2015).

El objetivo del Gobierno de España en relación a este Marco de Actuación, es agrupar los aspectos clave que afectan a las personas mayores en los distintos ámbitos de la sociedad e implementar actuaciones que puedan ser realizadas por los distintos agentes.

Más concretamente, sus esfuerzos están orientados a propuestas relativas al empleo, la participación social, vida independiente y saludable, y a la no discriminación, igualdad de oportunidades y atención a situaciones de mayor vulnerabilidad.

Se ha publicado un folleto con las principales propuestas y medidas para fortalecer el ejercicio de los derechos de las personas mayores. Se puede consultar pinchando en la siguiente imagen ⬇️

En el año 2010 la Comisión Europea aprobó la Estrategia Europa 2020, cuyo objeto es garantizar la recuperación económica de la Unión Europea (UE) después de la crisis económica y financiera, a través del apoyo de una serie de reformas que permitan construir unas bases sólidas para el crecimiento y la creación de ocupación en la UE hasta 2020.

Bajo este contexto, la Unión Europea (UE) declara el Año Europeo del Envejecimiento Activo y la Solidaridad Intergeneracional (2012), cuyo objetivo es concienciar a los europeos sobre cómo vivir más tiempo con salud y las oportunidades que ello representa. Se pretende subrayar los beneficios del envejecimiento activo y su contribución a la solidaridad entre generaciones, y se insta a la promoción de iniciativas competentes para contribuir al constante desarrollo de los adultos mayores.

El Año Europeo 2012 se ha considerado un elemento destacado del importante esfuerzo previsto para el período 2011-2014. Este hecho, ocurre previo a la proclamación de los ODS impulsados por las Naciones Unidas, y mediante el cual la UE tratará de orientar muchos de sus programas y políticas para fomentar y promocionar nuevas iniciativas que apoyen al envejecimiento activo en todos sus niveles.

En relación a este hecho las actividades vinculadas al Año Europeo, y organizadas a escala europea y en los países de la UE deben lograr:

  • Sensibilizar a la sociedad en general de la importancia de la participación de las personas de más edad en la sociedad y la economía.
  • Estimular el debate, los intercambios de información y el aprendizaje mutuo entre los países participantes, para promover las buenas prácticas y favorecer la cooperación.
  • Ofrecer un marco para asumir compromisos y realizar acciones que permitan desarrollar actividades y soluciones innovadoras, así como fijar nuevos objetivos políticos a largo plazo.
  • Luchar contra las discriminaciones por razón de edad, en particular en lo que respecta a la empleabilidad.

El objetivo de todo este conglomerado, es conseguir movilizar todas las instancias posibles, generando un aumento significativo de la actividad nacional, regional, local y empresarial en toda la UE. Asimismo, se ha tratado de aportar una mayor visibilidad del beneficio que supone para la sociedad del momento, impulsar políticas más ambiciosas que garanticen el bienestar, la independencia y el desarrollo de las personas que envejecen, así como la solidaridad entre generaciones.

Por otra parte, y con el objetivo de desarrollar adecuadamente todos los objetivos propuestos para esta nueva era, en 2013 desarrollaron junto a las Naciones Unidas el Índice de Envejecimiento Activo (Active Ageing Index- AAI, siglas en inglés), que serviría como herramienta de medición para evaluar el potencial de las personas para envejecer de forma activa y saludable. El índice mide dominios relacionados con el nivel de vida independiente de estas personas, su participación en actividades laborales y sociales, y su capacidad para envejecer activamente.

A continuación se muestra una imagen traducida de los dominios evaluados por el Índice de Envejecimiento Activo, donde se mencionan los indicadores vinculados a cada uno de ellos:

Estos indicadores constituyen una herramienta práctica para ayudar en el diseño de estrategias que puedan responder ante retos que aún no se han alcanzado plenamente dentro del envejecimiento activo.

En relación a este hecho, el último informe relativo a 2018 (en inglés, publicado en octubre de 2019) muestra resultados alentadores en el envejecimiento, ya que desde 2008 la mayoría de los países de la Unión Europea han mejorado sus puntuaciones en los indicadores de AAI, observando un progreso más pronunciado en mujeres.

Para finalizar, cabe destacar que también se promueven otros aspectos vinculados al desarrollo del envejecimiento activo dentro de la Estrategia Europa 2020. Por ello, se incluyen siete iniciativas emblemáticas que constituyen un marco en el que la UE y las administraciones nacionales pueden aunar esfuerzos y reforzarse mutuamente:

Un aspecto relevante en torno a esta estrategia, es la importancia de la promoción de aspectos tecnológicos y de innovación, haciendo especial hincapié en los retos relacionados con el envejecimiento. Esta propuesta recibe el apoyo de la iniciativa «Una agenda digital para Europa», en la cual se aborda la necesidad de incluir y fomentar las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). La finalidad es aportar soluciones inteligentes en el mantenimiento de la independencia, la autonomía personal y como herramienta útil para mejorar el bienestar y la calidad de vida durante el envejecimiento.

ANDALUCÍA

ARAGÓN

ASTURIAS

CANTABRIA

CASTILLA-LA MANCHA

CASTILLA Y LEÓN

CATALUÑA

COMUNIDAD DE MADRID

COMUNIDAD VALENCIANA

GALICIA

EXTREMADURA

ISLAS BALEARES

CANARIAS

LA RIOJA

MURCIA

NAVARRA

PAÍS VASCO

1. Introducción

Los cambios demográficos que atañen al proceso de envejecimiento social en las últimas décadas, se derivan en aumento significativo de la esperanza de vida, unido a un descenso continuado en la tasa de natalidad. Así, la sociedad actual afronta por primera vez en la historia de la humanidad,  logros y desafíos hasta ahora desconocidos que afectan a todo el planeta. Se está logrando un sueño antes inalcanzable, vivir muchos años todos los nacidos y ello conlleva la transformación de la pirámide poblacional, adquiriendo más peso la cúspide, que precisa de otros sistemas sociales, sanitarios, económicos y de cuidados que tenemos que crear.

Uno de los aspectos esenciales vinculados a este hecho consiste en enfatizar la idea de, no sólo vivir más, sino vivir mejor. No solo llenar la vida de años, sino los años de vida, consiguiendo mantener la calidad de vida de las personas que envejecen, e insistiendo en aspectos relacionados con la promoción de la autonomía personal a través del paradigma del envejecimiento activo y saludable.

El buen funcionamiento cognitivo es uno de los principales determinantes en la percepción de calidad de vida y bienestar en las personas. Se trata de una de las funciones principales que nos permiten desarrollarnos plenamente en lo que conocemos como envejecimiento activo o saludable.

Pese a los déficits cognitivos que habitualmente se vienen asociando al proceso normal de envejecimiento, cabe destacar que éstos no se producen de forma generalizada en toda la población, o en una determinada edad, sino que dependerán de múltiples factores personales y ambientales.

Más concretamente nuestro cerebro va a estar en constante transformación debido a las interacciones sociales, la experiencia, factores biológicos, psicológicos, etc., a lo largo de nuestro ciclo de vida. No obstante, alcanzar el funcionamiento óptimo de determinadas competencias cognitivas, va a depender en gran medida de la frecuencia con la que realicemos actividades cognitivamente previstas o demandadas, junto a un estilo de vida que favorezca el bienestar y nuestro desarrollo personal.

Mantener un estilo de vida saludable, con autocuidados y una exposición enriquecedora a estímulos sociales e intelectuales, ayuda a protegernos frente al deterioro cognitivo. El envejecimiento en sí mismo, no conlleva la pérdida de nuestras funciones cognitivas, aunque puede generar cierto declive cognitivo en aspectos relacionados con la memoria, la atención y la velocidad con la procesamos la información para responder a estímulos de nuestro entorno.

Por ello, conocer nuestro cerebro es un paso esencial para brindarle los cuidados adecuados.

2. ¿Qué son las funciones cognitivas?

Las funciones cognitivas son los procesos mentales que nos permiten recibir, seleccionar, almacenar, transformar, elaborar y recuperar la información del entorno. Esto nos permite llevar a cabo cualquier actividad diaria y desenvolvernos con autonomía en el mundo que nos rodea.

3. ¿Cuáles son las funciones cognitivas?

A continuación se numeran las funciones cognitivas principales:

  • Atención: Capacidad para mantener, seleccionar y dirigir un nivel de activación adecuado para procesar la información relevante.
  • Memoria: Proceso por el cual se codifica, almacena y recupera una información determinada o un suceso concreto. Es la capacidad que nos permite aprender.
  • Percepción: Capacidad de codificar y coordinar toda la información procedente del entorno que es captada a través de nuestros sentidos para poder darle un significado.
  • Praxias: Capacidad para realizar una serie los movimientos voluntarios y organizados para llevar a cabo un plan o alcanzar un objetivo, es decir, son nuestras habilidades motoras adquiridas (dibujar, escribir…).
  • Gnosias: Capacidad para reconocer información que previamente hemos aprendido a través de nuestros sentidos (personas, objetos, lugares…).
  • Lenguaje: Sistema de signos que permiten la comunicación verbal y escrita de acuerdo a una convención propia de la comunidad lingüística.
  • Funciones ejecutivas: Son actividades mentales complejas, necesarias para planificar, organizar, guiar, revisar, regularizar y evaluar el comportamiento necesario para adaptarse eficazmente al entorno y para alcanzar metas.
  • Orientación: Capacidad que nos permite ser conscientes de nosotros mismos y del contexto en el que nos encontramos en un momento determinado, es decir, a nivel personal, espacial y temporal.
  • Habilidad visoespacial: Capacidad para representar, analizar y manipular objetos mentalmente.
4. ¿En qué consiste el entrenamiento cognitivo?

Cuando se dirigen programas de intervención cognitiva para los adultos mayores con fines preventivos, pueden presentarse en múltiples formatos. Desde la implicación en actividades intelectuales y lúdicas, hasta un entrenamiento cognitivo más específico enfocado en el entrenamiento de las funciones cognitivas.

El entrenamiento cognitivo consiste en un conjunto de técnicas y actividades específicas dirigidas a estimular y mantener las funciones cognitivas existentes, mediante la práctica y con ejercicios de estimulación cognitiva.

Está orientado a aumentar el rendimiento cognitivo actuando sobre aquellas capacidades y habilidades que se encuentren conservadas, utilizando estrategias compensatorias sobre aquellas que muestran un menor rendimiento para conseguir ralentizar un posible deterioro cognitivo.

De esta forma se pretende apoyar a las personas a desarrollar su potencial en todas las etapas de la vida, manteniendo la autonomía, autoestima y relaciones interpersonales positivas mejorando el bienestar y la calidad de vida.

5. Recomendaciones para la estimulación cognitiva diaria.

En nuestra rutina diaria casi sin darnos cuenta y de manera automática, estamos estimulando y trabajando constantemente nuestras funciones cognitivas dentro de un contexto cotidiano. De hecho, las Actividades Básicas e Instrumentales de la Vida Diaria (ABVD, AIVD) que permiten a una persona vivir de forma independiente y autónoma, requieren una implicación cognitiva muy completa.

No obstante, existen otro tipo de actividades que podemos realizar de forma periódica, que quizás requieren una mayor implicación y atención por nuestra parte, pero que contribuirán positivamente a un aumento de nuestro rendimiento cognitivo.

A continuación, se exponen algunas recomendaciones cotidianas sobre actividades que se pueden realizar en el día a día para estimular las funciones cognitivas en diferentes contextos:

  • Leer y estar informado/a: periódico, revistas, publicidad, libros…
  • Realizar actividades novedosas: Probar a cocinar nuevas recetas, realizar nuevas rutas de camino a lugares conocidos, etc.
  • Juegos mentales: crucigramas, sopas de letras, sudokus, criptogramas, autodefinidos, etc.
  • Actividad física: pilates, yoga, caminatas, bicicleta… aquí todo vale.
  • Tratar de memorizar la lista de la compra, para ello se pueden separar los productos por secciones o categorías del supermercado.
  • Trabajar el cálculo realizando sumas, restas, multiplicaciones o divisiones repasando el ticket de una compra, un restaurante o una cafetería y sumando las cantidades manualmente.
  • Organizar un plan de actividades semanales: planificar menús semanales o actividades diarias importantes en función de su prioridad.
  • Realizar actividades manuales que requieran cierta precisión: pintura, jardinería, mantenimiento del hogar, carpintería, coser o tejer, etc.
  • Tararear o cantar canciones que nos recuerden un momento especial, mientras realizamos otras tareas cotidianas.
  • Aprender nuevas destrezas: uso del teléfono móvil u ordenador, manualidades, petanca, etc.
  • Manejar el dinero en efectivo cuando hacemos compras, en lugar de la tarjeta de crédito.
  • Usar los medios de transporte, propios y públicos.
  • Actividades de ocio y tiempo libre: Jugar al dominó, parchís, bingo, cartas, ir al teatro, al museo, al cine, etc.
  • Relajación: colorear mandalas, escuchar música, Mindfulness, etc.
  • Aprender el uso de las TIC para actividades cotidianas.
  • Conversar, hablar con otras personas de forma habitual.
6. Herramientas disponibles de estimulación cognitiva.

Estar al día de las nuevas tecnologías que nos facilitan la vida, es fundamental para continuar nuestro desarrollo en una sociedad que avanza sin descanso. El conocimiento y buen uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) brinda un nuevo mundo de posibilidades a las personas que envejecen en cuanto a los sentimientos de soledad, el mantenimiento de redes de apoyo, contacto con familiares, además de favorecer especialmente la práctica de ejercicios de estimulación cognitiva en cualquier momento y lugar, siempre que no haya brecha digital o de acceso.

Actualmente, existen diferentes opciones por las cuales podemos comenzar a entrenar nuestras funciones cognitivas. Por un lado, se puede recurrir a programas en línea que normalmente son utilizados y diseñados por profesionales sanitarios. En este sentido, podemos encontrar intervenciones integrales que complementan la estimulación cognitiva en vivo, con técnicas y estrategias que fortalecenlas distintas funciones cognitivas; Por otro lado, se pueden utilizar herramientas web y aplicaciones para dispositivos móviles: Smartphone, Tablet, IPod, que pueden servir de apoyo para un trabajo cognitivo diario y más cotidiano.

Ambos entrenamientos ofrecen la posibilidad de graduar el nivel de dificultad durante su ejecución. Además, las aplicaciones móviles suelen ofrecer la posibilidad de personalizar las actividades en función de los objetivos propuestos por cada persona. Sin embargo, los programas en línea serían supervisados por un profesional en tiempo real para favorecer una atención más individualizada.

En cualquier caso, lo más importante en este proceso es poner en marcha nuestra maquinaria cerebral. Y gracias a este tipo de programas, aplicaciones o herramientas, podemos conseguir estimular nuestras funciones cognitivas generando beneficios en nuestra autoestima y percepción de autorrealización, calidad de vida y desarrollo cognitivo.

A continuación, se muestran algunas de las herramientas más utilizadas y recomendadas para realizar estimulación cognitiva a través del uso de las TIC.

Programas integrales de entrenamiento:

Estos programas integrales de entrenamiento cognitivo, son de uso principalmente sanitario orientado a centros sanitarios especializados para la estimulación cognitiva. Además, suelen presentarse en combinación con sesiones de estimulación cognitiva en centros especializados y precisan de la monitorización de un profesional cualificado. Dicho profesional asignará los módulos de trabajo de acuerdo a una previa evaluación neuropsicológica, con el fin de adecuar el entrenamiento a las demandas cognitivas de sus usuarios.

Por ende, y debido al riguroso trabajo que hay detrás de estos programas, todos los incluidos a continuación son herramientas que implican un coste económico  determinado. Dicho coste viene predeterminado por tarifas privadas de cada entidad, y/o por ofertas en función de las características de las personas demandantes de sus servicios.

  • NeuronUP: Es una plataforma web cuya finalidad consiste en la rehabilitación y estimulación neuropsicológicas de adultos y niños. Ofrecen la posibilidad de elegir entre múltiples formatos de realización (ordenador, lápiz y papel o táctil), donde las actividades serán personalizadas y seleccionadas por profesionales sanitarios expertos proporcionando una atención integral. El entrenamiento cognitivo está orientado para trabajar las principales funciones cognitivas, las actividades de la vida diaria y las habilidades sociales. El coste económico es personalizado de acuerdo al nivel de demanda y todas sus tarifas oscilan desde los 23€ en función del tiempo solicitado, el formato (papel o digital) y la persona a que se dirigen los servicios. El desglose de los precios es de libre acceso, y se pueden consultar a través del siguiente enlace: https://app.neuronup.com/public/store
  • MementiaSe trata de una plataforma web elaborada por profesionales sanitarios de los centros de Cognitiva Unidad de Memoria para la estimulación cognitiva, y de uso exclusivo para sus propios usuarios y/o demandantes, limitando así el acceso libre. Puede utilizarse en formato app Android o desde cualquier navegador. El plan ofrece un entrenamiento integral de todas las funciones cognitivas, mientras se mide en tiempo real la evolución y el rendimiento del usuario, proporcionando un índice de su rendimiento cognitivo. https://www.cognitivaunidadmemoria.com/mementia
  • KwidoSe presenta como una solución integral para el cuidado de personas mayores compuesta por diferentes módulos complementarios: salud, hogar y entrenamiento cognitivo. Ofrece la monitorización de los adultos mayores mediante el uso de sensores, permitiendo un seguimiento de rutinas y advirtiendo ante situaciones anómalas en el domicilio. Asimismo, integra una plataforma de estimulación cognitiva Mementia citada previamente, y además incluye otro módulo de telemedicina para la monitorización de variables relacionadas con la salud. El coste por acceder a dichos servicios tiene el acceso libre restringido y está determinado en función de la demanda. Se puede solicitar información a través de su email info@kwido.com o en su página web https://www.kwido.com/es/

Aplicaciones de entrenamiento cerebral (Brain Training):

Todas las aplicaciones incluidas a continuación, son de acceso libre y gratuito a través de la App Store o Google Play de cualquier dispositivo digital móvil o tablet.

7. Bibliografía y recursos disponibles.

Cuadernos de actividades descargables:

KernPharma. Cuadernillos de estimulación cognitiva por niveles. https://www.kernpharma.com/es/pacientes/alzheimer

Cuaderno de ejercicios de estimulación cognitiva para reforzar la memoria (2015). https://www.csi.cat/media/upload/pdf/estimulacion-cognitiva-csi_editora_94_3_1.pdf (Descargar)

Dirección General de Atención a Mayores, Discapacitados y Personas Dependientes (2002). Estimulación cognitiva: Guía y material para intervención. Principado de Asturias. http://www.acpgerontologia.com/documentacion/estimulacioncognitiva.pdf (Descargar)

Centro de prevención del deterioro cognitivo. Madrid Salud. Cuadernos de ejercicios por niveles.

Nº 3: http://www.madridsalud.es/centros/monograficos/deterioro/cuadernos/cuaderno3.pdf (Descargar)

Nº 4: http://www.madridsalud.es/centros/monograficos/deterioro/cuadernos/cuaderno4.pdf (Descargar)

Nº 5: http://www.madridsalud.es/centros/monograficos/deterioro/cuadernos/cuaderno5.pdf (PDF 4.5 FC)

Nº 6: http://www.madridsalud.es/centros/monograficos/deterioro/cuadernos/cuaderno6.pdf (Descargar)

Nº 7: http://www.madridsalud.es/centros/monograficos/deterioro/cuadernos/cuaderno7.pdf (PDF 4.7 FC)

Centro de prevención del deterioro cognitivo. Madrid Salud. Cuaderno de Actividades de la vida diaria. http://www.madridsalud.es/centros/monograficos/deterioro/cuadernos/cuaderno8.pdf (Descargar)

ESTEVE (2011). Cuadernos de ejercicios de estimulación cognitiva. Madrid Salud.

https://www.esteveagora.com/GetFichero.do?con=318&zon=5&fichero=Ar_1_5_318_DCR_1.pdf (Descargar)

https://www.esteveagora.com/GetFichero.do?con=318&zon=5&fichero=Ar_1_5_318_DCR_2.pdf (Descargar)

https://www.esteveagora.com/GetFichero.do?con=318&zon=5&fichero=Ar_1_5_318_DCR_3.pdf (Descargar)

https://www.esteveagora.com/GetFichero.do?con=318&zon=5&fichero=Ar_1_5_318_DCR_4.pdf (Descargar)

Fundación ACE. Volver a empezar: Ejercicios prácticos de estimulación cognitiva para enfermos de Alzheimer. Barcelona. http://ciapat.org/biblioteca/pdf/1176-Volver_a_empezar_ejercicios_practicos_de_estimulacion_cognitiva_para_enfermos_de_alzheimer.pdf (Descargar)

Andrés Sardinero. Estimulación Cognitiva para adultos: 60 ejercicios prácticos con soluciones. Cuaderno de introducción y ejemplos. https://fiapam.org/wp-content/uploads/2013/07/muestra.pdf (Descargar)

Know Alzheimer. Manual y Ejercicios de estimulación cognitiva en casa: Ayuda al mantenimiento y mejora del funcionamiento cognitivo.

https://knowalzheimer.com/cuidadores/estimulacion-cognitiva/ejercicios/

https://knowalzheimer.com/flip-estimulacion/KA_ejercicios_de_estimulacion_cognitiva.pdf (Descargar)

Programas de Estimulación Cognitiva activos:

Ayuntamiento de Valencia. Programa de estimulación de la memoria. https://www.valencia.es/ayuntamiento/agenda_accesible.nsf/0/1E2421F7B1213741C1257AC500412AB0/$FILE/2012%20Taller%20MEMORIA%202012-2013%20Sanidad%20corregido.pdf?OpenElement&lang=1 (Descargar)

CEAFA (2019). Programa de estimulación para personas con Alzheimer. https://www.ceafa.es/files/2019/09/programa-de-estimulacion-para-personas-con-alzheimer.pdf (Descargar)

AFA Torrevieja. Programa Taller de estimulación cognitivo. http://www.afatorrevieja.es/pdf/programas.pdf (Descargar)

Páginas web orientadas a la promoción de Estimulación cognitiva:

Centro de prevención del deterioro cognitivo. Madrid Salud. http://madridsalud.es/centro-de-prevencion-deterioro-cognitivo/

La tienda de talleres de memoria. Página web con cuadernos de ejercicios distribuidos por niveles y capacidades cognitivas. https://www.tallerescognitiva.com/

Manuales y otros recursos:

Centro de prevención del deterioro cognitivo. Madrid Salud. Recomendaciones. http://madridsalud.es/wp-content/uploads/2020/03/recomendaciones_Estimulacion_cognitiva.pdf (Descargar)


El autocuidado está vinculado al estilo de vida, e implica una responsabilidad individual en las decisiones que tomamos y las acciones que emprendemos. Nos permite identificar comportamientos que mejoran nuestra vida cotidiana, y que nos ayudan a mantener y/o mejorar la salud y bienestar en función de nuestra situación personal.

Debido a la actual pandemia que afecta a la población mundial causada por el coronavirus SarsCov2, denominado Covid-19, ahora más que nunca debemos prestar atención y escuchar a nuestro cuerpo para brindarle los cuidados que necesita. Estamos atravesando un período abstraído en múltiples aspectos emocionales que además, prácticamente nos obliga a poner el foco de atención exclusivamente en la protección física frente al coronavirus.

No obstante, todas las medidas de prevención que adoptamos siguiendo las recomendaciones sanitarias no dejan de ser pautas de autocuidado para uno mismo. Sin embargo, no podemos olvidar que todo este proceso puede hacer que nos descuidemos de otras áreas que también contribuyen a nuestro bienestar y hemos de seguir atentos.

Estos últimos meses de pandemia han sido un período muy largo de inactividad física especialmente, pero también de una actividad mental y social distintas y desconocidas para toda la sociedad. Por ello, además de adoptar medidas de protección adecuadas frente al contagio, es importante escuchar las indicaciones que nos envía nuestro cuerpo acerca de sus necesidades.

A continuación, se exponen algunas recomendaciones que se pueden adoptar para cuidarnos, mientras dure la pandemia, con sus confinamientos, brotes y rebrotes que nos mantendrán alerta y con las medidas de prevención y sanitarias para nuestra mejor protección. Estas son:

1.- Realizar actividad física frecuente.

2.- Evitar el consumo de alcohol, tabaco y otros tóxicos.

3.- Mantener una nutrición e hidratación adecuadas.

4.- La higiene propia y de nuestro hogar es prioritaria.

5.- Mantener la actividad cognitiva como hábito diario

6.- La vida social y las redes de apoyo familiar, de amigos… son fundamentales, bien sean remotas o presenciales.

7.- Dormir bien y descansar forman parte principal de una buena salud.

8.- Disfrutar de la vida con sentido, y con todos los sentidos.

 

Acciones que fomentan un estilo de vida saludable:
  • Actividad física:

Tiene múltiples beneficios a nivel físico y mental, ya que favorece la sensación de seguridad, mejora el equilibrio y la circulación sanguínea, aumenta la velocidad de desplazamiento, reduce el estrés, ayuda a mantener un peso adecuado y favorece la prevención de caídas.

Se recomienda a los adultos mayores que realicen actividad física moderada, adaptada a sus necesidades y funcionalidad, siendo aconsejados por su médico de atención primaria, especialmente si tienen antecedentes de lesiones o enfermedades coronarias.

La actividad aeróbica y de fortalecimiento muscular son las opciones más recomendadas en los adultos mayores, entre las que destacan el senderismo, bicicleta, marcha nórdica, natación, gimnasia suave, relajación, yoga, Pilates, etc.

Después de un largo período de inactividad, se recomienda comenzar por paseos más cortos en terreno llano, e ir aumentando la intensidad a medida que nuestro cuerpo responde adecuadamente a ello. Es importante evitar las horas de mayor temperatura, acotando el horario de salida al inicio del día y al final de la tarde.

  • Evitar el consumo de alcohol y tabaco y otros tóxicos:

El tabaco o alcohol contribuyen a incrementar el riesgo de padecer enfermedades que deterioran la salud física y mental. Especialmente contribuyen a enfermedades como el cáncer, cardiovasculares, respiratorias crónicas, diabetes, cirrosis, deterioro cognitivo, entre otras.

Abandonar estos hábitos produce un aumento significativo de la esperanza de vida, y reduce el riesgo de sufrir dependencia tanto física como psicológica.

Mientras no tengamos vacuna o terapia que cure, es recomendable evitar fumar en espacios muy concurridos, incluso al aire libre, debido a que la expulsión del humo se considera un importante medio de contagio. De este modo, si evitamos el consumo de tabaco, estamos contribuyendo enormemente al cuidado personal y colectivo. Por no mencionar los graves riesgos que conlleva el consumo de tabaco, unido al padecimiento de enfermedades con síntomas respiratorios. 

  • Nutrición e hidratación:

La merma de actividad debido al confinamiento conlleva un cambio en la dieta a seguir que ha de ser nutritiva y variada. La dieta mediterránea es una dieta equilibrada basada principalmente en el consumo de frutas y verduras, hortalizas que combinado con la ingesta de legumbres, cereales integrales, productos lácteos, grasas saludables como son el aceite de oliva virgen extra, los aguacates y también los frutos secos y las proteínas, provenientes de todo tipo de pescados y carnes blancas preferentemente como son las de aves y conejos.

Se recomienda reducir hasta prácticamente eliminar el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas, azúcar y sal. Al igual que otros alimentos fritos en abundante aceite como las papas fritas, deben ser sustituidos por otro tipo de cocinado más saludable -cocina al vapor, al horno o a la plancha, etc.-.

Para lograr una buena hidratación tanto del cuerpo como de la piel, hemos de consumir de agua preferentemente o bebidas sin azúcares, ni alcohol. Se recomienda con carácter general al  menos 1,5 litros diarios-aprox. -8 vasos al día-. En las estaciones más calurosas, es imprescindible hidratarse a lo largo del día. Con el transcurrir de los años, se pierde la capacidad de detectar la sed, y por ello hay que adquirir el hábito de beber sin sed.

Para mantener nuestra salud, o mejorarla hay que aprender a saber que no tenemos que comer. Los productos ultraprocesados no son saludables, y los productos con excesiva azúcar, o sal tampoco.  Hemos de masticar los alimentos con cuidado y sin prisa ya que favorece la digestión.

  • Higiene propia y del hogar:

Mantener una higiene corporal diaria además de evitar problemas  graves de salud, también aporta una mayor autoestima. Cuidar el cuerpo, es cuidar también el pensamiento, es quererse y es sentirse atractivo para uno mismo y para los demás.  Si no hay interés en mantener la higiene, algo en ti no va bien.

Algunos problemas de salud, como infecciones, problemas bucales o dermatológicos, son producto de una mala o inadecuada higiene personal. La salud bucal, que afecta a todo el aparato digestivo es importante, y una revisión anual mantiene la higiene adecuada y evita sufrir graves consecuencias como enfermedad en las encías, gingivitis, periodontitis, caries, cáncer en la boca, boca seca, mal aliento, y otros problemas de aparato digestivo.

Asimismo mantener una higiene corporal y genital adecuada evita posibles infecciones de orina, así como mantener la piel hidratada para estar protegidos de agresiones externas que precipiten el envejecimiento prematuro.

Asociar la higiene personal con el cuidado diario nos protegen del contagio y el padecimiento de otras enfermedades contagiosas. Las medidas sanitarias que hemos de cumplir, nos protegen de este coronavirus, y también de otros contagios comunes, como son las gripes.

  • Actividad cognitiva:

La actividad no solo ha de ser de carácter físico, sino que el componente cognitivo juega un papel esencial en el desempeño de nuestras actividades cotidianas. Por este motivo, hacer ejercicios a diario que estimulen nuestras funciones cerebrales (memoria, atención, lenguaje, cálculo, orientación, etc.), es esencial para conservar nuestra autonomía personal e independencia.

Entre los beneficios que aporta el mantener el cerebro activo encontramos mejoras en el estado de ánimo, una mejor comprensión del mundo que nos rodea, mayor socialización, aumento de la autoestima y percepción de autorrealización, entre otros muchos.

Existen ejercicios sencillos que podemos entrenar en nuestra rutina diaria y que ayudarán con el trabajo cognitivo: planificar la lista de la compra, memorizar teléfonos…, realizar crucigramas, leer, escribir, dibujar, escuchar música, realizar cálculo mental o en papel, etc. Pero sobre todo la mayor actividad cognitiva es hablar, hablar con los demás, contar tus quehaceres y pensamientos, y también crear algo, puede ser un cuento, una historia, pintar un cuadro, o una herramienta, o cualquier invento que se nos ocurra.

Crear es activar nuestro ser. Es imaginar, es diseñar, es ilusionarte, es desarrollo, búsqueda, es aprender, y es enseñar. Y además es actividad relevante, que nos hace sentirnos felices.

  • Vida social y redes de apoyo:

Somo seres sociales. La socialización en las personas mayores al igual que el resto de la sociedad, es necesaria para la integración social, y aumentar la sensación de utilidad y pertenencia al contexto social.  El contacto con los demás potencia las redes de apoyo, que  durante el proceso de envejecimiento ayuda a mejorar la salud física, emocional y afectiva previniendo situaciones de aislamiento y/o soledad, ya que ambos se consideran uno de los principales factores que interfieren en la percepción de calidad de vida en los adultos mayores. 

Por ello, y mientras dure la pandemia, las tecnologías en general y las de información y la comunicación en particular, son un gran aliado que nos permite una distancia física, pero no social, nos facilitan estar conectados con nuestros seres queridos y con otras personas que nos motivan e interesan y apreciamos, ya sean vecinos, familiares, amistades, referentes, etc.

Disponer de una red afectiva social y familiar de calidad es una garantía que nos brinda momentos de gran satisfacción y bienestar, además de ayudar a sobrellevar el vacío que deja la tristeza y la soledad que se produce en determinadas circunstancias.

  • Sueño y descanso:

El sueño está formado por distintas fases y a medida que envejecemos las fases relacionadas con el sueño profundo comienzan a disminuir y empezamos a sentir un sueño menos reparador, más liviano y con más interrupciones durante la noche.

Para lograr mejorar la calidad y cantidad de nuestro descanso, es importante comenzar a adquirir hábitos relacionados con la higiene del sueño. Se recomienda evitar actividades que puedan generar un elevado nivel de tensión, los ambientes ruidosos, la utilización de herramientas altamente estimulantes durante la noche como son: televisión, radio, ordenador, móviles, pantallas… Para una buena higiene del sueño, hay que realizar actividades de respiración, relajación, lectura en soporte de papel, dibujo, música suave, etc.  y no dormitar a lo largo del día.

Una cama adaptada a las necesidades personales, junto a otros aspectos como la temperatura de la habitación, evitar el consumo de comidas muy copiosas o abundantes bebidas durante la noche y mantener un horario regular para irse a dormir.

Si a pesar de ello, no se consigue un sueño reparador, se recomienda acudir a un profesional de medicina o psicología para que pueda brindarnos un tratamiento farmacológico o no-farmacológico adaptado y personalizado.

  • Sentido de la vida:

Consiste en mantener la motivación, el interés por saber, conocer, aprender y desaprender a lo largo de la vida, no sólo realizando actividades, sino considerando un proyecto de vida propio sobre el que continuar escribiendo y forjándose a sí mismo. 

Las dificultades siempre existen y generan incertidumbre, sentimientos de indefensión,  pero se trata de vivir, de sorterar los problemas y continuar con nuestros objetivos, deseos o anhelos independientemente de la edad cronológica, adaptándose a las capacidades funcionales que mantenemos y permiten seguir avanzando en el logro de nuestros sueños, y además ofreciendo modelos de vida para las generaciones futuras.

De hecho, desde el período de confinamiento, venimos observando grandes aportaciones de generosidad hacía las personas más vulnerables, a través del envío de cartas a residencias, la creación de material sanitario (batas, mascarillas…), donación de alimentos, etc. Todas estas acciones contribuyen al desarrollo de planes individuales de vida, ayudan a dar un sentido a todo el tiempo que hemos pasado en casa, y forman parte de un cambio en la forma de concebir el sentido que le damos a nuestra vida y a la de otras personas con las que compartimos nuestro tiempo y/o nuestro espacio.

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